Tomando conciencia...



Si las cosas van mal....

La llave de la buena vida

 Saber ganar sin perderse a uno mismo y saber perder ganándose a uno mismo.   En el relato que abre este libro,  "La llave de la buena vida" de Joan Garriga, unos padres deciden regalarle a su hijo, una llave de tres dientes para ayudarle a abrir las distintas puertas que se irán mostrando ante él. Los tres dientes de la llave son los tres recursos a los que debemos acudir siempre, sea cual sea la situación: la VERDAD, la VALENTÍA y la CONCIENCIA. Si usamos esta llave  alcanzaremos la buena vida, que no es otra cosa que ser capaces de tomar y soltar con alegría aquello que la vida tiene reservado para nosotros.

El primer paso es solo el comienzo

No es nada fácil dar el primer paso, resulta  muy complicado, a veces incluso aterrador. Porque implica tomar una decisión, implica dejar algunas cosas sepultadas en el pasado y movernos hacia el futuro. Y esa sensación puede generar tanto miedo que da vértigo.

 

Por eso muchas personas permanecen atrapadas durante mucho tiempo en una situación que las está desvitalizando poco a poco, causándoles un sufrimiento indecible, solo porque no se atreven a dar ese primer paso.

 

Cuando el amor no es amor

Cuando se inicia una relación de amor,  a menudo se experimentan intensos sentimientos y reacciones iniciales, como fascinación por la otra persona,  que con el paso del tiempo tiende a moderarse. Aquí la relación deja de ser un movimiento incontrolable y pasa  a ser una elección.  Esto permite que florezca una relación más estable, confiable y comprometida.

 

Sin embargo,  la limerencia es un anhelo agudo, penetrante y excesivo por obtener la reciprocidad emocional,  es resultado de una atracción romántica por parte de una persona hacia otra, combinada con una necesidad imperante y obsesiva de ser respondido de la misma forma.  Este estado es  necesariamente negativo, problemático, discapacitante y puede poner en riesgo relaciones personales importantes.

Y tú, ¿niegas o aceptas?

El buen amor en la pareja, Joan Garriga

El buen amor en la pareja es un libro que no habla de como deberíamos estar en pareja ni de ideales de pareja. Y es que el amor no basta para asegurar el bienestar:  hace falta buen amor. Disfrutamos del buen amor, cuando en él somos auténticos, exactamente como somos y aceptamos que el otro sea exactamente como es, en definitiva, cuando uno y uno suman más que dos.

 

La pareja no te puede hacer feliz ni te puede hacer infeliz,  así  comienza el libro del Buen amor en la pareja. Nadie te puede hacer infeliz a pesar de que en la pareja eres candidato a vivir el dolor y la pérdida. Puedes vivir el dolor y el desamor, pero no ser víctima de ello. Siempre está en tus manos cómo vas a vivir las cosas, qué sentido les vas a dar y qué vas a aprender de todo eso.

 

El buen amor se reconoce porque somos respetuosos, la pareja se nutre entre sí, no se destruye. El buen amor dice "te acepto tal y como eres". Entonces la pareja se siente ligera y tranquila. El mal amor, dice "no me gusta como eres, tienes que cambiar" entonces el corazón se encoge.  El buen amor, hace que la pareja sonría, y diga gracias. "Gracias por existir,  "gracias por ser como eres". El mal amor, se complica, entra en juegos psicológicos, se orienta hacia el sufrimiento y el dolor. El buen amor se acerca al otro desde el respeto, la confianza y la vulnerabilidad. El mal amor, en lugar de respetar, lucha porque las cosas sean diferentes en lugar de respetar al otro. El buen amor está basado en el equilibrio entre el dar y el tomar. El mal amor, es ciego en lugar de ver e integrar lo que hay, se empecina en que las cosas no son como deberían ser. En el buen amor todo fluye, la relación se desenvuelve con naturalidad, las cosas son fáciles, no hay dramas. En el mal amor,  el intercambio es negativo, las cosas resultan complicadas y el precio que se paga es enorme. El buen amor, es una relación entre adultos que han podido sanar sus relaciones anteriores y curar sus heridas infantiles, el mal amor es una relación entre niños que luchan para satisfacer sus necesidades irreales del otro. En el mal amor, uno más uno, suman menos que dos. Algunas parejas se quedan en pautas que les entristecen y les empobrecen y les desvitalizan.

 "En el buen amor uno más uno suman más que dos. Se nutren mutuamente, se enriquecen y se multiplican. Saben expresarse el reconocimiento mutuo" Joan Garriga.